El marketing y el oportunismo han creado una serie de dietas peligrosas para la gente desesperada que quiere perder peso rápidamente.

Existen muchas variantes:

  • Dietas restrictivas, se ingiere muy pocas kilocalorías y no se cubren las necesidades recomendadas, las consecuencias son varias como trastornos dermatológicos, insomnio, ansiedad, alteraciones gastrointestinales…

 

  • Dieta disociada, no ingerir hidratos de carbono con proteínas, ni lípidos con proteínas. Los defensores dicen que el cuerpo no asimila los nutrientes si se toma por separado. De este modo adelgazas. La realidad es que no existen alimentos que contengan 100% un solo nutriente.

 

  • Dieta hiperproteica, como bien dice el nombre se caracteriza por el consumo elevado de proteínas, en este tipo de dietas hay consecuencias GRAVES. Debido a la ausencia de hidratos de carbono provocamos la formación de cetonas que se acumulan en sangre y puede provocar náuseas y fatiga, hay una sobrecarga hepática y renal, aumentan los niveles de ácido úrico…

 

  • Dieta de un solo alimento, como la dieta de la alcachofa o de la piña, en este tipo de dietas se eliminan líquidos, por lo que al dejar la dieta se recupera lo perdido. Además, hay una restricción de los hidratos de carbono, por lo que hay unas consecuencias ya que al no tener una fuente de energía directa el cuerpo la generará primero con los lípidos pero rápidamente de las proteínas, perdiendo masa muscular.

 

Hay que acudir a un especialista, que nos guie y nos personalice la dieta. Además, debe convertirse en un aprendizaje positivo y en un estilo de vida.